La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes crónica. Prácticamente en el 100% de los pacientes con diabetes de larga evolución, se produce algún grado de retinopatía diabética. A partir del descubrimiento de la insulina en el año 1921, la supervivencia de los pacientes diabéticos ha aumentado, con lo que al crecer el número de enfermos vivos, también ha aumentado el número y la gravedad de las complicaciones asociadas a esta enfermedad, entre ellas la retinopatía diabética.
Los factores clave para prevenir la retinopatía diabética son:
-Una revisión anual de la vista
-No fumar y controlar tensión y colesterol
-Y, por supuesto, mantener siempre la glucosa en las cifras recomendadas
Actualmente, la única medida eficaz para evitar la aparición de la retinopatía diabética es mantener un adecuado control de las cifras de azúcar en sangre y cumplir a rajatabla el tratamiento indicado por su médico, ya sea insulina, pastillas o únicamente una dieta adecuada. La retinopatía diabética es actualmente una de las principales causas de pérdida visual y ceguera en los países desarrollados.
En función de las alteraciones que aparezcan en el fondo de ojo, la retinopatía diabética puede dividirse en dos tipos fundamentalmente: Retinopatía diabética proliferativa y Retinopatía diabética no proliferativa.